Absceso. Esta bolsa de pus se produce debido a infecciones bacterianas. Puede formarse en las paredes de los intestinos y sobresalir. O puede aparecer uno cerca del ano que parece un forúnculo. Notarás hinchazón, sensibilidad, dolor y fiebre.
Diarrea de sales biliares. La enfermedad de Crohn suele afectar al íleon, el extremo inferior del intestino. Esta parte suele absorber los ácidos biliares, que su cuerpo fabrica para ayudarle a absorber las grasas. Si tu cuerpo no puede procesar la grasa, podrías tener este tipo de diarrea.
Fisura. Se trata de un desgarro doloroso en el revestimiento del ano. Puede causar sangrado durante la defecación.
Fístula. Las llagas o úlceras pueden convertirse en aberturas llamadas fístulas que conectan dos partes del intestino. También pueden hacer un túnel en los https://enfermedadcrohn.info tejidos cercanos, como la vejiga, la vagina y la piel.
Malabsorción y desnutrición. La enfermedad de Crohn afecta al intestino delgado, la parte del cuerpo que absorbe los nutrientes de los alimentos. Después de padecerla durante mucho tiempo, es posible que tu cuerpo no pueda aprovechar al máximo lo que comes.
Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO). El intestino está lleno de bacterias que ayudan a descomponer los alimentos. Cuando esto ocurre en una zona más alta del tracto digestivo de lo habitual, puedes tener gases, hinchazón, dolor de barriga y diarrea.
Estenosis. Estas zonas estrechas y engrosadas de los intestinos son el resultado de la inflamación que provoca la enfermedad de Crohn. Pueden ser leves o graves, dependiendo de la parte del intestino que esté bloqueada. Los síntomas incluyen calambres, dolor abdominal e hinchazón.